El 8 de julio pasado, al finalizar el Taller de Lectura y Escritura Académica que como actividad de extensión realizó el equipo de Polos de Desarrollo de nuestro Instituto en la Escuela de Arte, surgió la pregunta: ¿podríamos encargarle a los alumnos de la carrera de Diseño Gráfico de la Escuela de Arte el diseño de un cartel para el frente del Instituto? La respuesta de varias docentes allí presentes fue ampliamente positiva.
Acerca de los motivos de esta inquietud, podemos decir que la entrada al Instituto es poco visible, que el frente es chico y que se encuentra en un espacio de gran profusión de estímulos visuales, en el que destacan las vidrieras y marquesinas comerciales que ejercen el dominio del paisaje.
Es muy difícil que alguien pregunte: - ¿Dónde queda Open? Y se le responda: - Al lado del Instituto. Sin embargo -hablando del colectivo público- es común que nos pregunten: - ¿Cuál es el Instituto?, y respondamos: - Ahí, al lado de Open. O – Pegado a lo que era Red Megatone.
Somos conscientes de que las instituciones no son los edificios, recordamos aquél graffiti escrito en las paredes de la Sorbona durante el Mayo Francés -1968- que rezaba: “…No se encarnicen tanto con los edificios, nuestro objetivo son las instituciones…”. Sabemos que nuestra visibilidad depende de nuestro trabajo pedagógico, muchísimo más que de la vestimenta del inmueble que nos aloja, pero al mismo tiempo creemos que en la cultura visual en la que estamos inmersos, un buen cartel que contribuya con nuestras marcas identitarias -en construcción permanente- no sólo no está de más, sino que favorece nuestra inserción institucional en el imaginario social.
Pegado a la propuesta del diseño y colocación del cartel en el frente, surgieron voces que recordaron que está pendiente desde hace largo tiempo, darle un nombre al Instituto.
Esta sugerencia, la de poner en movimiento un proceso que arroje por resultado primero la elección y finalmente la imposición de un nombre al ISFD y T Nº 32, hizo que iniciáramos una pequeña investigación respecto a como lo llevaron a cabo otros IFD en la provincia. El modo en el que lo realizó el ISFD Nº 52 de San Isidro nos pareció el más adecuado y es el que queremos proponer en la próxima sesión del CAI, con algunas adaptaciones convenientes a nuestro propio perfil institucional.
La idea es la siguiente:
1º) Llevar a cabo una campaña de sensibilización que posibilite un aceptable grado de participación en la acción descripta en el próximo punto (2º)
2º) Colocar urnas, una en la sede del Instituto y otra en la sede de la Secundaria Nº1 , en la que cada docente o alumno, pueda proponer el nombre que desea se le imponga al Instituto.
3º) Confeccionar una lista con aquellos nombres que respeten la normativa vigente y además cuenten con una cantidad significativa de adherentes (5 o más)
4º) Formar juntas promotoras de la imposición del nombre de… al Instituto, que tendrán a su cargo investigar sobre diversos aspectos de la vida y obra de la persona cuyo nombre se candidatea. Cada junta promotora estará conformada por 1 o más docentes y alumnos.
5º) Realizar una jornada en la que cada junta promotora exponga ante la reunión los resultados de la investigación y los motivos por los que considera que el Instituto debe llevar el nombre de…
6º) Llevar a cabo el acto eleccionario -con padrón y urna- del que surgirán los tres nombres de la terna que será elevada a la DGCyE, con más la sugerencia de que sea refrendado por la Dirección aquél nombre que haya ocupado el primer lugar en la preferencia electoral.